jueves, 14 de febrero de 2013

Verdades sobre los bolis Bic


1. Se te ha perdido la tapa del boli Bic al poco rato de tenerlo.
2. Todas las tapas están mordidas.
3. Lo has usado alguna vez de cerbatana.
4. Cuando tienes dos de distintos colores, les cambias la tapa entre ellos.
5. Jamás has comprado un boli Bic, aunque sí que has usado uno alguna vez.
6. Has quemado a alguien con el metal de la punta.
7. Nunca has acabado un boli Bic.
8. Te has preguntado para que sirve el agujero de en medio.

Jaime C.

Moscati, el médico de los pobres





El lunes fuí al cine a ver una película que se llama: "Moscati: El médico de los pobres". Os la quiero recomendar a todos ya que toca bastantes temas atemporales como el darse a los demás o el amor. 

Con esta película no solo saltan las lágrimas, sino que también te hace sentir odio y alegría. Creo que Giacomo Campiotti, el director, ha logrado conectar con los espectadores de tal modo que sales cambiado de la sala de cine.

Pese a que no hay tiros ni conspiraciones, es entretenida de ver y te mantendrá pegado al asiento hasta el final. Y es que por muy atemporales que sean los temas que trata, en estos tiempos tan difíciles, no solo en cuanto a dinero sino también a moralidad, son bastante importantes tenerlos en cuenta. 

En conclusión, os recomiendo a todos verla ya que os aportará bastantes virtudes y saldréis del cine con ganas de cambiar el mundo y ser mejores personas.

Jaime C.

No todo comienza al nacer


El otro día, y con motivo de apuntarnos a un tiro al plato yo y unos amigos, escribí sus nombres junto al mío en una lista de inscripción. Un amigo se quejó de que tardaba demasiado en escribirlos, y no era por mi tipo de letra, era porque estaba escribiendo los apellidos completos de la gente. 

Y es que yo siempre he sido muy de escribir los apellidos completos, ya que no es igual Rodriguez, que Rodriguez de Valcárcel, o Martín, que Martín Córdoba. Cada apellido es como una información que tenemos cada uno sobre donde venimos. 

A mí me molesta bastante que esto ya no se tenga en cuenta, en una sociedad en la que se cree que los títulos nobiliarios sólo sirven para reservar en los restaurantes. Y es que llámame anticuado si quieres, pero un título nobiliario sirve para más que reservar en los restaurantes y un apellido para más que para que lo usen de mote tus amigos.

No sé si alguna vez te habrá entrado el “gusanillo” de investigar de dónde son tus apellidos, o si tienes un título, el porqué se le dio a tu familia. Yo sostengo que investigar tus apellidos, tus antepasados, tu procedencia o tu escudo de armas, es de las cosas con las que mejor lo he pasado. Saber que algunos de tus antepasados influyeron en la historia de algún modo, hace grande a cualquiera.

Y es que, no hay que vivir de los méritos de tus antepasados, pero sí hay que sentirse grande por que pertenezcan a tu familia. Así que espero que la próxima vez que vayas a escribir mal un apellido, piensa que detrás suyo, no solo hay una persona, sino una genealogía completa.

Jaime C.

Vincent, ¿Estamos contentos?



¨El camino del hombre recto está por todos lados rodeado por la injusticia de los egoístas y la tiranía de los hombres malos. Bendito sea aquel pastor que en nombre de la caridad y de la buena voluntad, saque a los débiles del valle de la oscuridad, porque él es el auténtico guardián de su hermano y el descubridor de los niños perdidos. Y os aseguro que vendré a castigar con gran venganza y furiosa cólera a aquellos que pretendan envenenar y destruir a mis hermanos. Y tú sabrás que mi nombre es Yavéh, cuando caiga mi venganza sobre ti.¨ (Ezequiel 25 17) 

Esta parrafada se que os sonará a la mayoría de vosotros, y no justamente porque lo hayáis leído en la Biblia, sino porqué esta es la parrafada que Jules Winnfield recita una y otra vez en Pulp Fiction. 
Mi entrada justamente trata de esta obra de arte creada por Quentin Tarantino en 1994. Esta es mi película favorita. La que más veces he visto, en concreto 17 veces (La última vez ayer por la noche). Esta película la puedes ver una y otra vez y seguir riéndote, cogiendo chistes y disfrutar del séptimo arte.

Esta película, superficialmente, es otra más de Tarantino, tiene armas, trajes y frases que pasan a la historia. Además tiene varias nominaciones al Óscar y un Óscar al guión más original. Pero en el fondo puede ayudarte a ser mejor persona.

Al final de la película, Jules relata a un atracador el famoso pasaje y le cuenta que cada persona que iba a matar lo oía previamente. Dice que nunca supo que significó, pero que se empezó a dar cuenta esa misma mañana (No voy a contar que le pasó esa mañana para no destriparla).

Jules se da cuenta que el pasaje viene a significar que cuando te dedicas a molestar a los demás, lo acabas pagando. Este valor que aporta se ve en su amigo, Vincent Vega, el cual sigue haciendo trabajos sucios para el señor Marsellus Wallace y acaba muerto por el hombre que pretendía asesinar.

También aporta otros valores como la amistad o perdonar a tus enemigos. Incluso enseña que hasta los peores pueden cambiar con esfuerzo. En resumen, si no has visto esta película, deberías verla pronto. No te defraudará.

“Llevo años diciendo esta mierda, y cuando alguien lo oía es que iba a morir. No había pensado mucho en lo que significaba, simplemente creía que era un rollo que le soltaba a algún hijo de puta antes de pegarle un tiro, pero esta mañana vi algo que me hizo pensar dos veces. Ahora se me ocurre que tal vez significa que tú eres el hombre malo, y yo el recto, y que el señor 9 mm es el pastor que protege mi recto culo en el valle de la oscuridad. O tal vez tú eres el hombre recto, y yo el pastor, y que este mundo es injusto y egoísta. Me gustaría eso, pero ese rollo no es la verdad. La verdad es que tú eres el débil y yo la tiranía de los hombres malos. Pero me esfuerzo, Ringo, me esfuerzo con toda intensidad por ser el pastor.” 
Jaime C.

Asesinatos legales




Yo siempre he sido un gran defensor de la cadena perpetua cómo solución a la pena de muerte. En esta entrada voy a intentar haceos cambiar de opinión sobre la pena de muerte. 

Primero, la pena de muerte suele ser la condena de un asesinato, es decir, cuando un hombre asesina a otro. Este crimen crea varias víctimas, entre las que se hallan, los asesinados y sus familias.

A mí me parece que los que más sufren el asesinato son las familias de los muertos. Estas familias suelen buscar por medio de la justicia que el asesino se arrepienta de haber matado a su ser querido.

Para este asesinato, dependiendo del país en el que estés, hay varios tipos de condenas, cómo la cadena perpetua o la pena de muerte. La pena de muerte es lo que yo llamo un asesinato legal, ya que estás matando a una persona porque esta ha matado a una o varias. 

Lo peor es que se le mata por que el estado lo permite. Esto quiere decir que si mañana se establece una ley la cual legaliza matar a todos los rubios gangosos del país, resulta que lo que hoy te llevaría a la carel en España, mañana sería totalmente legal, es más, habría gente que aplaudiría tu forma de actuar porque lo indica la ley. 

A lo que quiero llegar es que la pena de muerte es una condena absurda ya que justamente lo que desea evitar, es decir los asesinatos, no se consigue. Esto no me lo invento, se puede ver en números. No solo eso, la pena de muerte crea, además de las familias de los asesinados, otra cantidad de víctimas inocentes, las familias y amigos de los presos.

Nunca se piensa en ello hasta que te das cuenta de que hay bastantes crímenes permitidos en el mundo, incluso en el país teóricamente más avanzado, EE.UU. Estos crímenes tienen fácil solución, como la cadena perpetua.

Si esta entrada os ha parecido que tenía bastantes palabras, multiplicadlas por dos y ahí tenéis la cantidad bestial de muertos que esta pena causó en 2011.

¨La pena de muerte se convierte en un espectáculo y en un motivo de compasión desdeñosa para algunos; ambos sentimientos ocupan más el ánimo de los espectadores que no el saludable temor que pretende inspirar la ley¨ (Cesare Beccaria)

Jaime C.

Capítulo XXVIII

Fue entonces cuando el principito aterrizó en un planeta. Parecía un planeta alegre, vivo y divertido. Un planeta optimista, en el que todo se tomaba a bien. Era el planeta "Queen".
Salió a recibirle un músico con el pelo negro, largo, y rizado. Parecía tener mucha personalidad, además de ser buena persona. Se le veía feliz. Llevaba una guitarra en la mano.
Entonces el principito, ansioso de preguntarle cosas, le preguntó:
- ¿Cómo te llamas, hombre del pelo largo?
- Yo me llamo Brian, ¿Y tú cómo te llamas?
Entonces el principito le dijo: Yo soy el principito, y estoy visitando otros planetas. ¿Tú qué haces?
- Yo toco en una banda de música rock -respondió el hombre- Se llama Queen.
El principito, impresionado, le pidió que le tocara una canción. Brian le tocó un tema llamado "We will rock you". El principito, emocionado, le dijo:
- La canción me ha gustado mucho. ¿Pero cómo consigues hacer una canción así?
- Pues con mucho esfuerzo y alegría. Lo que más ayuda es pensar en nuestros fans que nos apoyan desde cualquier parte.
- ¡Tu planeta parece muy feliz! Te dedicas a sacar de las tus alegrías más alegrías para los demás, a lo mejor por eso tus fans te apoyan tanto.
- Puede ser, principito, puede ser. Aunque desde que Freddy nos dejó, la música ya no es lo que era.
El principito preguntó quién era el tal Freddy. Brian respondió: Freddy es nuestro vocalista, él nos dejó, y desde entonces nuestra música no es igual.
- Que pena más grande me das al oír esto -dijo el principito entre lágrimas- Jamás pensé que creyeras que tu música es menos buena porque hayas perdido a tu vocalista. Tu música me ha parecido la mejor que he jamás oído en ningún planeta.
- ¡No llores principito! Aunque la muerte de Freddy me apene sé que él jamás morirá. Él está con nosotros en su música; cada vez que alguien canta o escucha una canción nuestra,  Freddy revive.
- Realmente, Brian, este es el mejor planeta que he visitado de todos, el más alegre de todos, y el que mejor suena. Pero antes, un último favor, ¿Podrías tocar una canción antes de irme?
- ¡Por supuesto principito!
Brian tocó "Bohemian rhapsody" y el principito dejó el planeta con una sonrisa de oreja a oreja.

sábado, 9 de febrero de 2013

Un propósito algo particular


Este año me fijé un propósito algo raro, ya que parece una idiotez, pero en el fondo y después de que os lo explique, veréis que no es tan tontería. 

Bien, no sé si alguna vez habéis ido al Corte Inglés de la Castellana, seguro que sí. Se dice que es el más grande de España, los que hayáis ido, sabréis que es cierto. La planta baja son sólo puestos de colonias, relojes y joyas. 

A mí me coge al lado de casa y cada sábado lo atravieso en vez de ir por la calle, como atajo, hasta llegar a la calle Orense, que está al otro lado, para coger el metro. Pero aunque lo haga cada sábado desde hace dos años, siempre me pierdo, y perderse en una zona que hay una mezcla de muchas colonias y hace bastante calor debido a tanta luz, no es divertido...

Esto, poco a poco, me bajaba la moral hasta que consiguió deprimirme mucho. Pensaba si sería retrasado o si sería tonto o si no tenía sentido de la orientación (Cosa importante si, cómo a mí, te gusta el campo). En resumen, esta tontería me lió mucho la cabeza. 

De modo que mi propósito para el año 2013 ha sido aprenderme de memoria donde está cada puesto, cada pasillo, cada salida de esta planta. Lo primero que hice fue pedir un mapa de planta en información pero me miraron bastante raro y me dijeron que no existía. Finalmente me decanté por hacer una foto del plano de emergencia.

Después del mes de enero he conseguido aprenderme todas las salidas y pasillos, de modo que ya no tardo 15 minutos en salir de ese infierno que huele a una mezcla de colonias y tiene tantas luces que crea una atmósfera a 35 grados, sino solo 3 minutos. 

Gracias a esto que parece una tontería he conseguido aumentar mi autoestima y creerme un poco menos tonto. En resumen, si te esfuerzas en cambiar algo importante para tí pero insignificante en los demás, habrás dado un paso más hacia tu plenitud.

Jaime C.

sábado, 19 de enero de 2013

El concierto que cambió una generación




El otro día estaba con unos amigos cuando me llamaron por teléfono, entonces sonó mi tono de llamada: The Star Spangled Banner (el himno de Estados Unidos) tocado por el inigualable Jimi Hendrix. Entonces un amigo dijo: ¿Esa basura que es? Yo le mire y le pregunté porque llama basura a eso si no sabía siquiera que era.

Y es que es cierto, eso a lo que mi amigo llamó basura, es posiblemente algo que cambió, sino la historia, una generación entera. Ese himno de EE.UU. tocado por Jimi Hendrix en el concierto de Woodstock de 1969 cambió el mundo. Este concierto tiene bastante importancia en la historia de la música. Tocaron artistas como The Who, Janis Joplin, Neil Young... Otros por el contrario, rechazaron la invitación, como Los Beatles, The Doors, Led Zeppelin y Bob Dylan.

La parte más influyente de este concierto desde un punto musical y social fue cuando Jimi Hendrix, un hombre negro en plena época racista, entona con su guitarra del revés, es decir hacia la izquierda, (símbolo de que el poder reside en los ciudadanos) el himno de los Estados Unidos de América. 

Si esto no consiguió enfadar suficientemente a los gobernantes del país, el lo remata con cosas de su propia cosecha. Con esto me refiero a que en mitad del himno introduce ruidos equivalentes a los cañonazos de la guerra que acontecía en Vietnam. También introduce otros sonidos que equivalen a los gritos de dolor entonados por la gente. Con esto intenta explicar a los gobernantes que lo que están haciendo con su país no pasa desapercibido.

Este concierto en realidad pretendía ser una queja contra el gobierno de EE.UU. por la guerra de Vietnam, pero acabó siendo un concierto que cambio la sociedad mundial para siempre. Desde aquel agosto del 69, no se tenía la misma idea del pudor que antes, no se tenía vergüenza a hacer cosas que hacía escasos diez años sería impensable... Y ante todo se demostró que el poder de cambiar el mundo reside en los ciudadanos y no en los políticos.

Así que cuando te digan que no puedes cambiar el mundo, que te venga esto a la cabeza y recuerdes que incluso un pobre hombre acompañado de su guitarra, pudo hacerlo.



Jaime C.